martes, 8 de marzo de 2011

EL AYUNO DE ESTHER Y EL MILAGRO DE PURIM

 A causa del decreto de muerte contra los
judíos en tiempos del rey persa Asuero (Ajashverosh), la reina Ester (Hadassa) convocó
a un ayuno de 3 días (Ester 4:15-17). Según la tradición judía, esos 3 días de ayuno
ocurrieron durante el tiempo de Pesaj, pero note ahora la primera decisión
halájica: dado al carácter festivo de Pesaj, dictaminaron que el día de ayuno (taanit)
fuese el día 13 del mes duodécimo que es el mes de Adar, aprovechando el hecho
de que en ese día los judíos también ayunaron para combatir por su vida (Ester
8:10-17; 9:1-15).
Este ayuno previo al combate por la fe, es característico del pueblo judío de todos los
tiempos, y, en este caso, el ayuno de Ester tenía la intención de buscar el favor del
Eterno para así evitar el decreto de muerte contra el pueblo judío esparcido por todo el
imperio persa. Con ayuno, oración y arrepentimiento, el pueblo judío pudo cambiar su
propio destino fatídico de aquel 13 de adar, pues así está escrito: “…pero sucedió a la
inversa, los judíos se impusieron sobre sus enemigos” (9:1,2). Esto hizo posible el
milagro de Purim. Esta vivencia nos trae un poderosa lección: si queremos ver
milagros en nuestras vidas, es importante que nos regresemos (teshuvah) al Eterno
con ayuno y oración. La razón de tales ayunos, según explica nuestra tradición, es un
reconocimiento de la fe judía que el hombre creyente no prevalece sobre el mal y los
malvados debido a su habilidad natural; sino sólo gracias a que eleva sus plegarias al
Eterno con la esperanza que se le conceda la gracia de triunfar en la batalla.
Hoy día, tal vez no estemos (al menos por ahora) en la misma situación de nuestros
ancestros, pero sabemos que nuestras vidas y la de nuestros hijos están en continua y
creciente amenaza por el mundo, el demonio y la carne; y por tal razón debemos
procurar buscar el Eterno en ayuno y oración.
Ud. dirá, eso está muy bien, pero ¿por qué hemos de ayunar el 13 de Adar? ¿No
fue el ayuno de Ester un ayuno circunstancial motivado por las razones
históricas ya conocidas? Está escrito que “los judíos tomaron sobre sí y sobre su
descendencia, … y que estos días serían recordados y celebrados por todas las
generaciones… y que su descendencia jamás dejaría de recordarlos… para
conmemorar lo concerniente a los ayunos y al clamor” (9:27-31). Por tanto,
nosotros, como judíos legítimos (Rm 2:28,29) por la circuncisión del corazón por la que
entramos en el pacto con el Eterno, estamos comprometido a ayunar en el taanit de
Ester.
Ahora bien, si el 13 de adar (mes previo a nissán) cae en shabbat, entonces no se
ayuna; porque es un día de alegría según la Torá y los profetas; debido a esto, entonces
establecieron la halajá (norma) que el ayuno de Ester se trasladara al día jueves 11 de
adar. Casualmente, este año, el 13 de adar cae en shabbat (19 de marzo), pero
como no se puede ayunar en shabbat, haremos ese ayuno el jueves 17 de marzo
desde el amanecer hasta la puesta de sol. ¿Qué más haremos en ese día de ayuno?
Recitamos la Amidá y el aneinu (respóndenos) que se encuentra después de la séptima
bendición y que corresponde a los días de ayuno. Para el shajarit y la minjá leemos de
la Torá Ex 32:11-14; 34:1-10.
Aparte de esto, cuando llegue Purim, celebraremos fiesta “como días en que los judíos
tuvieron paz de sus enemigos, y como el mes que de tristeza se convirtió en
alegría…días de banquetes y de gozo, y para enviar porciones cada uno a su
vecino, y dádivas a los pobres (9:22). Recuerde, nuestra alegría no será nunca
completa sino la compartimos con los demás. Aprovechemos el milagro de Purim para
regalarles un manjar o una torta a nuestros vecinos y así testificar de nuestra fe.
Bendigamos también a los necesitados.

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