Cada 14 de nissán, todas las sinagogas judías y también todas las congregaciones judías
mesiánicas, celebraremos en ese día la cena de Pesaj, pero las iglesias cristianas no
siguen este mandato bíblico de celebrar esta festividad en su tiempo (Ex 13:1-10). De
hecho, Roma la celebra cada domingo, y las iglesias evangélicas, bautistas, adventistas, etc;
la celebran cada cierto tiempo al año, según una resolución de los líderes de esas
organizaciones. Aun más, a esta festividad, el Cristianismo la llama “la cena del Señor” o
“Eucaristía”, y la limitan a una comida ritual integrada por “pan y vino”, y nada más. Los
otros elementos del seder de pesaj tales como las hierbas amargas, el plato con agua salada,
el jaroset (mezcal de manzanas, nueces, etc) y las cuatro copas de vino, brillan por su
ausencia. Diciendo de paso que son tres los pedazos de pan sin levadura que se comen.
La pregunta es entonces: ¿porqué y sobre qué base todas las iglesias cristianas no celebran
en esta fecha la cena de pesaj conforme al seder de la antigua tradición judía que imperaba
en el tiempo de Yeshua y los apóstoles? Cuando le hice esta pregunta a un amigo adventista
muy ilustrado, él me respondió: “Cristo abolió en la cruz todos los ritos judíos”. Pero le
riposté, “pero el vino que tomó Yeshua en la cena pascual no aparece en ninguna parte del
Antiguo Testamento, ese elemento proviene de la tradición judía; y además eran cuatro
copas de las cuales Lucas menciona dos” (ver Lc 22:7-23). Mi amigo no supo responderme.
El origen de esta práctica cristiana de la “cena del Señor” se puede situar en los momentos
históricos en los cuales se estaba gestando el nacimiento de la iglesia católica. Hacia el 189
de nuestra era mesiánica, el papa Víctor, decimotercer papa después de Pedro, según
la tradición católica, abogaba y exigía que todas las iglesias cristianas realizaran la
“cena del Señor” bajo el rito romano: una cena pascual dominical con pan y vino; y
amenazó con la excomulgar a todas las iglesias de Asia que seguían la tradición judíamesiánica
instaurada por Yeshua y los apóstoles. Los obispos de Asia, con Polícrates (de la
familia de los cohanim) a la cabeza, escribe una carta a Victor, en la que defiende el seder
de pesaj original con los siguientes argumentos:
“Nosotros, pues, celebramos intacto ese día, sin añadir ni quitar nada. Porque
también en Asia reposan grandes luminarias, que resucitarán el día del Señor
[menciona a Juan el apóstol y otros personajes como Policarpo, obispo y
martir]…Todos éstos celebraron como día de Pascua el de la luna
decimocuarta [14 de nissán], conforme al Evangelio, y no transgredían, sino
que seguían la regla de la fe. Y yo mismo, Polícrates, el menor de todos vosotros,
obro conforme a la tradición de mis parientes, algunos de los cuales he seguido de
cerca. Siete de mis parientes [judíos o cohanim] fueron obispos, y yo soy el octavo,
y siempre mis parientes celebraron el día [de pascua] cuando el pueblo desterraba
el fermento [la levadura]. Por lo tanto, hermanos, yo, con mis 65 años en el Señor,
que he conversado con hermanos procedentes de todo el mundo y que he
recorrido toda la Sagrada Escritura, no me asusto de los que tratan de
impresionarme, pues los que son mayores que yo han dicho: hay que obedecer a
Dios más que a los hombres (Hch 5:29)”.
Lamentablemente, el rito romano de la “cena del Señor” terminó por imponerse en la fe
católica, y casi todas las iglesias evangélicas, hasta el día de hoy, siguen a Roma en esta
tradición. Esta carta, y otros detalles sobre la controversia de la cena pascual se
encuentran en el libro Historia Eclesiástica de Eusebio (Libro V, secciones 23 a la 25). De
allí, pues, que la insistencia mía y de todo el movimiento judío-mesiánico de invitar a los
que confiesan la fe cristiana a regresar a las raíces hebreas están bien fundadas
Uno de los más grandes y más populares mitos del Cristianismo es la “institución
de la cena del Señor” que se celebra con pan y “una copita de vino”. Esta nueva
“cena del Señor”, fue desarraigada de la cena de Pesaj judía que celebró Yeshua y
instituida por el Catolicismo y copiada por el mundo evangélico
Ciertamente es triste ver que no se reconoce que los testigos de Jehová si lo celebran el día 14 de Nisán.
ResponderEliminarque bueno que los testigos lo celebren se estan hacercando a las raices hebreas de la fe
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