sábado, 2 de abril de 2011

Amando al Prójimo La Totalidad de la Torá

 Escritor: Boaz Michael
Traductor: Michael Joseph Navarro
“No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo: mas amarás a tu prójimo como a ti mismo: Yo soy [El SEÑOR].”
(Levítico 19:18, Reina Valera)
Probablemente todos hemos escuchado la idea de que es imposible para que nosotros guardemos la Ley. También hemos escuchado que Yeshúa cumplió con la Ley en nuestro lugar, y que nos ha dado un mandamiento más nuevo y sencillo: “Ama a tú prójimo como a ti mismo.” ¡Mas la verdad es que no es un mandamiento  nuevo! Está en el “Testamento Viejo,” está en la Torá. Las palabras del Amo no tan solo están de acuerdo con lo que encontramos en la Torá pero también se encuentran reverberando dentro de las enseñanzas de los sabios y rabinos de Israel.
Yeshúa Dijo...
Cuando Yeshúa dijo, “Amarás a tú prójimo como a ti mismo,” él no presentaba un mandamiento nuevo. Tampoco descartaba a la Torá. En actualidad estaba expresando un resumen breve de porciones mayores de la Torá. Cuando hace dos mil años declaró esas palabras se expresaron dentro del contexto de sostener, apoyar, y comprobar la validez de la Torá como código vivo para el pueblo judío.
            En Mateo 22, los fariseos querían examinar a Yeshúa para comprobar dónde quedaba en relación a las teologías de ellos.
Y preguntó uno de ellos, intérprete de la Ley, tentándole y diciendo: “Maestro, ¿cuál es el mandamiento grande en la Ley?” Y Jesús le dijo: “Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y de toda tu mente. Este es el primero y el grande mandamiento. Y el segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la Ley y los profetas.” (Mateo 22:35-40, RV)

          ¡Si las palabras de Yeshúa hubieran sido en contradicción de la Torá, sus opositores finalmente lo hubieran comprobado de ser blasfemador y maestro falso! Si Yeshua hubiera estado enseñando en contra de la Torá, allí mismo en ese instante lo hubieran denunciado. Pero no lo hicieron. En vez de ello, en la versión de Marcos de este relato, el escriba responde, “Bien Maestro, verdad has dicho” (Marcos 12:32, RV).
            Los fariseos no denunciaron a Yeshúa por sus palabras porque no había contradicho la Palabra de Dios. Con esas dos citas de la Torá, Yeshúa había satisfecho a los fariseos y comprobado a sí mismo ser fiel a la Torá de Moisés.
Pablo Dijo...
En Romanos 13:10 Pablo dice, “El amor no hace mal al prójimo; así que el amor es el cumplimiento de la [Torá]” (Versión Moderna, VM). Pablo también dijo, “Porque toda la [Tora] en aquesta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (RV). ¿Significan estas dos citas que el amor reemplaza a la Torá? ¿Pablo está predicando amor en lugar de Ley, o él, como Yeshúa, está predicando que la Ley es amor? La respuesta depende en quién le crees.
            ¿A quién deberíamos de creerle tocante la posición que toma Pablo hacia la Ley? En Hechos 21miramos un incidente cual demuestra la dedicación total de Pablo hacia la Torá de Dios. Un día Pablo había ido al Templo en Jerusalén. Estando allí, varios de sus opositores de Asia menor lo reconocieron. Empezaron a gritar, “Dando voces: Varones Israelitas, ayudad: Este es el hombre que por todas partes enseña a todos contra el pueblo, y la [Torá] (Hechos 21:28, RV). ¿Qué fue lo que Pablo declaró al defenderse? Cinco veces dentro de las siguientes páginas él declaró que era inocente de los cargos en su contra. Cinco veces diferentes Pablo afirmó que no era culpable de violar a la Torá (Hechos 22:3, 23:1, 24:13, 25:8, 28:17). Él claramente y sencillamente protestó, “Ni contra la [Torá] de los Judíos, ni contra el templo ... he pecado en nada” (Hechos 25:8, RV).
            ¿A quién deberíamos creerle? ¿Deberíamos creerle a las palabras de los acusadores de Pablo? ¿O en vez de eso deberíamos creer a las palabras del mismo Pablo que de hecho él le era fiel a la Torá?
Los Sabios Dijeron:
Al estudiar las Escrituras más al fondo, con frecuencia es crucial considerar ambos al contexto bíblico y al histórico de los pasajes que estamos considerando. En este caso, encontramos que Yeshúa y Pablo no eran los únicos que andaban enseñando “Ama al prójimo como a ti mismo” como el centro esencial de la Ley. Cuando estudiamos al contexto histórico, descubrimos que otras personas andaban recetando amor como el cumplimiento de la Torá.
            Rabinos destacados usan el mismo lenguaje, hasta las mismas palabras, para resumir a la Torá. Mas a ellos se les comprendió estar explicando a la Torá, no estarla descartando. Veamos cómo este “mandamiento Nuevo” de amar al prójimo fue entendido dentro de su contexto original.
            Cuarenta años antes de Yeshúa caminara por la tierra vivía un gran rabino llamado Hilel. Una vez un hombre le preguntó a Hilel que explicara la totalidad de la Torá parado en un solo pie (o sea, brevemente). Calmadamente Hilel le contestó, “No hagas a tu prójimo lo que odies que te hagan a ti: esa es la totalidad de la Torá, lo demás es comentario; vaya y apréndalo.”[1] En esencia, Hilel parafraseaba Levítico 19:18 “Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” Obviamente Rabí Hilel no estaba desplazando la autoridad de la Torá; le dijo al hombre que fuera y estudiara la Torá entera. La declaración de Hilel sostenía y estimulaba sumisión al las reglas de Dios por toda la vida, y dio consejo práctico de cómo hacerlo.
            Otro rabino quien aparece en el escenario como cuarenta años después de Yeshúa fue el rabino Akiva. Él fue un rabino famoso con muchos discípulos. Akiva dijo, “Amarás a tu prójimo como a ti mismo-esta es la regla mayor de la Torá.”[2] Él también se refirió a este mandamiento como ser la “epítome de la Torá.”
            Los seguidores de Hilel y Akiva nunca supusieron que sus maestros estaban intentando suplantar a la Torá con el mandamiento más sencillo de amor. En vez de ello, comprendían que sus maestros querían explicar y resumir que: Amor es la Ley. Si cualquiera de estos dos rabinos en actualidad hubieran estado diciéndoles a sus discípulos que arrojaran la Torá, se hubieran encontrados a ellos mismos siendo sacados de sus posiciones de autoridad no solamente por sus rabinos fraternos, pero también por sus seguidores.
YHVH Dijo...
Mucho antes de Hilel y Akiva, existió aún un maestro más importante quien dijo la misma cosa. De hecho, él fue el primero en articular esta enseñanza. ¿Quién fue? ¡Dios mismo! Al estar parado Dios sobre la montaña y hacerla arder, mientras entregaba Su Ley a Su pueblo, primero Dios mismo le habló a Moisés, “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Levítico 19:18). La Ley de Dios viene del Dios quien es amor.
            Aprendemos de los evangelios que Yeshúa mismo guardó cada jota y tilde de esa Ley. Yeshúa, el Hijo del Dios quien es amor, estaba hablando directamente de la Ley de su Padre cuando él declaró, “Ama a tu prójimo como a ti mismo.” Amor es la Torá. La Torá es amor.

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